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NERVIALIS



NEURONUTRICIÓN. Alimentación para el cerebro.

La Neuronutrición es un concepto que habla de la alimentación que necesita tu cerebro para funcionar correctamente. Tenemos claro que debemos ejercitar nuestro cerebro para evitar el desgaste cognitivo y la degeneración neuronal. Ejercicios de memorizar, aprender, cálculo o simplemente leer. Todo ello nos ayudará a mantener el cerebro activo y por lo tanto en buena salud.
La Neuronutrición se encarga de los alimentos que necesita el cerebro para estar en buen estado de salud. Un cerebro mal nutrido mostrará sus deficiencias con problemas de salud como la ansiedad, la depresión, estrés o incluso falta de motivación.
Pero además, la falta de algunos nutrientes imprescindibles para el cerebro se ha revelado como la causa de enfermedades neurológicas tales como el Alzheimer, esclerosis múltiple, depresión o dificultad para el aprendizaje.
Las proteínas son las encargadas de aportar aminoácidos que ayudan al buen funcionamiento neurotransmisor. De hecho, antes de realizar una actividad en la que se necesite prestar mucha atención se recomienda una dieta mayoritariamente proteínica.

Con el azúcar hay que tener especial cuidado. Las neuronas son las únicas células que no pueden convertir las proteínas y la grasa en energía, así que necesitan el azúcar en forma de glucosa para funcionar. Pero el exceso significaría la degeneración del cerebro y la escasez imposibilitaría el buen funcionamiento cerebral, así que, hay que encontrar el equilibrio perfecto. Esto se traduce por evitar los hidratos de absorción rápida como el pan blanco, el azúcar o lo dulces y comer lo de absorción lenta como las legumbres, la fruta o el grano integral.

La Neuronutrición revela al cerebro como un órgano que adquiere la importancia que se merece y al que debemos cuidar, también, con nuestra alimentación.
El Sistema Nervioso Central incluye el cerebro, cerebelo, el tallo cerebral y la médula espinal y es la infraestructura principal de la comunicación eléctrica en el cuerpo. Se requiere una variedad de neuronutrientes para el desarrollo y funcionamiento neurológico normal.
 
El sistema nervioso, junto con el sistema endocrino y el sistema hormonal, forman una triada importantísima en nuestro cuerpo, trabajan en constante cooperación y cuando uno de ellos presenta una disfunción, los otros también se ven alterados. No obstante es el sistema nervioso, el que “da órdenes” al resto de sistemas.
Aspectos fundamentales de la nutrición cerebral:
El cerebro humano representa cerca del 2% de nuestro peso corporal.
Y sin embargo, necesita acaparar aproximadamente un 20% de la energía que utilizamos para funcionar de forma óptima.
Su demanda de glucosa es muy elevada, para lo cual necesita acaparar hasta el 50% de la energía extraída de los hidratos de carbono que consumimos a diario.
Los ácidos grasos Omega 3, la vitamina B, C y E, los antioxidantes, los flavonoides, la colina y el triptófano, entre otros, son elementos que estimulan y favorecen el rendimiento cerebral. Así como la producción de neurotransmisores.
Y es que los neurotransmisores son los encargados de pasar la información de una neurona a otra por lo que en ellos reside gran importancia, influyendo también a su vez, positivamente en las capacidades cognitivas.

VITAMINAS DEL GRUPO “B”
Contribuyen en el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
• La vitamina B6 es necesaria para la correcta producción de neurotransmisores.
• Las vitaminas B9 y B12 son cruciales para la multiplicación celular, para prevenir anemias y para los impulsos nerviosos.
Algunas fuentes ricas en vitaminas del grupo B, son: germen de trigo, levadura de cerveza.

FOSFATIDILCOLINA
La Fosfatidilcolina son componentes biológicos de nuestro organismo que pertenecen al grupo de los fosfolípidos. Los fosfolípidos son componentes fundamentales de todas las membranas biológicas. Son sustancias anfipáticas, es decir que contienen una parte de su estructura lipófila o grasa, mientras que otra parte es hidrófila o soluble en agua. La parte polar o hidrófila se proyecta hacia el exterior, para poder interactuar con otras sustancias circulantes, y la parte no polar o lipófila se proyecta hacia el interior.
Esta propiedad hace a los fosfolípidos idóneos como componentes de las membranas biológicas, por la permeabilidad selectiva que pueden proporcionar a las células de los organismos, dejando entrar o salir productos de la célula según las necesidades de cada momento.
 
Otra propiedad de los fosfolípidos es su acción de segundo mensajero: después de la llegada de un mediador a la membrana celular, algunos fosfolípidos son capaces de enviar señales a la mitocondria o a otros orgánulos de la célula, y allí va a producirse una respuesta, como por ejemplo la activación de determinadas enzimas.
Es fundamental también, su papel como tensioactivos en los pulmones, para facilitar la respiración y evitar el colapso de los mismos.

La Fosfatidilcolina es uno de los fosfolípidos más abundantes en nuestro organismo, especialmente como componente de la membrana celular, de la que es el componente principal. Proporciona a la membrana las condiciones de permeabilidad y carga eléctrica necesarias para que los enzimas y otras sustancias (proteínas transportadoras de membrana -protein carriers-, hormonas, etc.), puedan llevar a cabo su función. Se sintetiza de manera natural en el hígado, aunque también la obtenemos de diversos alimentos en nuestra dieta habitual (lecitina, sésamo, yema de huevo).


MONOFOSFATO DE URIDINA
La uridina es un nucleósido de pirimidina que se encuentra en las células de casi todos los organismos vivos.
El uricilo es su principal activo, tratándose éste de uno de los tres grupos químicos distintos de unidades repetidoras que producen ácido ribonucleico (ARN), del azúcar de cinco carbonos (ribosa y desoxirribosa) y una base nitrogenada (adenosina, guanina, timidina y citidina). Actúa en la construcción del ARN, responsable junto al ADN de sintetizar las proteínas en nuestro cuerpo. Por tanto, podemos decir que el papel que desempeña en nuestro cuerpo es muy importante.
Es también un componente básico para la síntesis de neuronas y sinapsis.
En la suplementación, el grupo de fosfato aumenta la biodisponibilidad y le ayuda a cruzar la barrera hematoencefálica. Funciona siendo un precursor de las sinapsis cerebrales y de los fosfolípidos de las membranas de las células nerviosas, mejorando las funciones colinérgicas y, por último, apoyando al hígado y las mitocondrias.
el aporte de uridina hace aumentar los niveles de colina en el cerebro. Ésta última es necesaria para producir alfatidilceno (PC), precursor de acetilcolina, el neurotransmisor esencial en el cerebro.
El monofosfato de uridina es beneficioso para la plasticidad cerebral, debido a que fomenta o ayuda la formación de sinapsis. Inicia los receptores P2Y2, que ayudan en el desarrollo neuronal, la regeneración y la síntesis sináptica de proteínas.

Se le considera un potente inhibidor de la adhesión leucocitaria,el principal actor de las respuestas inflamatorias. Aparte de eso, el monofosfato de uridina reduce la intensidad del dolor y otros síntomas del organismo ante cualquier inflamación.
Para la consecución de algunos de los beneficios citados de la monofosfato de uridina la ingesta de suplementos debe hacerse en un periodo largo de tiempo.
Las investigaciones también han precisado que el monofosfato de uridina reduce los efectos del cortisol en el organismo. El cortisol es una respuesta del cerebro ante situaciones de estrés y sólo es útil cuando responde a estresantes agudos. Los niveles crónicos elevados de cortisol en el organismo empeoran el estrés y aumenta el riesgo de una enfermedad para la salud como la depresión.

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NOTA: La información expresada es a título informativo, no sustituye tratamientos médicos, no se puede usar como sustituto de una dieta equilibrada. 
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